¡Hola a todos! En esta ocasión no soy yo la que os cuenta la historia, en esta ocasión ha sido una amiga la que ha decidido abrir su corazón para contaros su experiencia haciendo cuarentena
¡Hola a todos! En esta ocasión no soy yo la que os cuenta la historia, en esta ocasión ha sido una amiga la que ha decidido abrir su corazón para contaros su experiencia haciendo cuarentena en China tras haber sido infectada con el virus… Se trata de una historia bastante larga, pues tenía mucho dentro que necesitaba sacar a la luz, con el fin de que todo el mundo sepa lo que vivió. Espero que puedas sacar algo de toda esta experiencia, yo sin duda lo he hecho.
Volvía para China a primeros de octubre (el precio de los billetes fue de 4000€ ida y vuelta, pues el precio era el mismo que solo ida). Mi vuelo se retrasó siete días dado la situación con la covid… Pero tras esos 7 días ¡Por fin llegó el momento de partir! Estaba muy ilusionada… pero tras la PCR me llegó una llamada del Ministerio de Sanidad avisándome de que era positiva y tenía que volver a casa. No había ningún control en Francia (al contrario que en China), así que en casa permanecí 2 o 3 semanas por si acaso, para no correr riesgos.
Tenía miedo de volar no vaya a que tuviera problemas… Y no me equivocaba. Antes de subir me preguntaron si lo había tenido y respondí positivamente. Me mandaron con otro trabajador y me tomaron la temperatura… pero llevaba tanta ropa encima porque no me cabía en la maleta… que el termómetro marcó 37.3. ¡Eso no es nada! En mi país al menos…
Pues… al llegar a China me hicieron dos PCR, garganta dos veces y dos veces en la nariz. Además de un análisis de sangre.
Dentro del aeropuerto tuve que esperar muchísimo tiempo. Allí donde iba me perseguían trabajadores con una máquina esparciendo lejía, creo que era. Tras esperar en el aeropuerto lo que para mí fue una eternidad, cuando ya no quedaba prácticamente nadie excepto yo y otros tres sospechosos (más otro chico que había sido aislado), vino una ambulancia a por nosotros, creo que estuvimos una hora allí (¡demasiado tiempo!). Me sentí super frustrada, a la par que cansada.
Cuando llegamos al hospital me repitieron los mismos test que en el aeropuerto, además de unos rayos x. Les pregunté cuál era la razón y no me dijeron nada, solo que pusiera mi brazo de nuevo… Al fin me llevaron con el doctor y me preguntó acerca de mi periodo (¿¡qué tendrá qué ver!?), si tenía o no problemas estomacales…
No me dejaron recuperar mi maleta, dijeron que no podía cogerla y no me dieron ninguna explicación. Me llevaron a una habitación de un edificio separado del hospital. Y cuando vi lo que ante mí tenía se me vino el mundo abajo… en la habitación había solamente un agujero en el suelo: tenía que hacer mis necesidades en una bolsa y dejarlas en la puerta. No había ducha, no había nada fuera, solo barrotes y una pared detrás. Parecía una prisión.
Pregunté si podía coger mi maleta, tenía todo allí. Me dijeron que no. Les dije que no había comido ni bebido nada… Y me dijeron que todo estaba cerrado. Pero me consiguieron un pan de seven eleven y una botella de agua… Tuve que dormir con mi ropa puesta y sin nada más. Ese fue el primer día en China tras tanto tiempo deseando volver…
Tenía que conseguir un nuevo número de teléfono, así que gracias a la enfermera que estaba a mi cargo pude conseguir un móvil para llamar a la compañía. Al menos tenía el wifi y la vpn trabajando bien. No era todo negativo…
El tercer día tuve que hacerme otro análisis de sangre y PCR. Mentalmente me sentía hundida, y más tras ver que el chico que había venido conmigo ya se había ido… No entendía qué me estaba pasando.
Me tomaron la temperatura tres o cuatro veces al día, como de costumbre. Y siempre consideraron que era demasiado alta para dejarme ir. Les dije que necesitaba una ducha, llevaba todo ese tiempo sin ducharme… Como os digo, solo había una silla que hacía de WC, una cama y una papelera…
Sinceramente me dio la impresión de que lo único que pasaba por la mente del personal de este hospital es que sí o sí el virus estaba aún dentro de mí. Me sentí muy impotente.
Por fin una compañera me dejó su número de teléfono para poder pedir comida de fuera o conseguir pedir cualquier cosa que necesitara, cosas básicas para seguir sobreviviendo…¡dado que no podía ducharme aún! Me sentí perdida durante dos días, no entendía porqué con 37.3 de temperatura consideraban que tenía fiebre.
Cuando por fin salí, me esperaba un bus; para mí sola. Cuando llegamos al hotel tuve que esperar dentro del bus un rato más. Una vez dentro del hotel recogí mi cubo con productos, me rociaron un producto de limpieza por todo el cuerpo y llegué a la habitación. Al fin, tras 4 días después, me di una ducha. Recuperé un poco mi dignidad.
Por si fuera poco, tras pasar los 4 primeros días en el hospital, me dijeron que tenía que hacer otros 14 días de cuarentena, ya que venía del hospital… Otra vez me vine abajo…
Además, me comentaron así de pasada que no debía comer nada antes de tomarme la temperatura por la mañana, que podría influir en el resultado… ¿¡Ahora me decían eso!? ¿¡Después de pasar por el horror que pasé en el hospital!? ¡Por eso tuve tantos problemas en el hospital! Por eso se prolongó tanto esa primera fase…
Realmente me sentía hundida… pero decidí armarme de valor, intentar animarme y fui corriendo a abrir las cortinas. ¡Por fin vería la luz y las vistas! Pero… resulta que las vistas eran simple y llanamente… ¡una mierda! Solo había un edificio como los típicos de apartamentos, una casa tras otra…
Pero al fin estaba allí, esta pesadilla estaba llegando a su fin.
Cuando conseguí mi comida, al fin una comida digna, estaba fría pues llegué muy tarde al hotel… pero bueno, no podía más con el arroz, así que había perdido el apetito y no quería comer más…
Al siguiente día, cuando me trajeron la comida al fin me puse contenta, pero… ¡me olvidé que no había dicho que era vegetariana! Así que no comí otra vez…
Después de eso todo fue mejorando, elegí mi menú chino dado que tenía más verduras que el occidental y seguí con mi cuarentena. Recibí llamadas de mi familia, al fin me sentí más arropada.
Esta ha sido toda mi experiencia… pasé los días como pude en el hotel y gracias al calor que me aportaba una llamada familiar conseguí ser más positiva. Pero para mí todo eso no fue lo peor, lo peor son las secuelas que esta expereincia ha dejado en mí y que quiero compartir con vosotros/as.
Cuando llegué al apartamento y abrí la puertaa (aunque lo normal seria sentirme feliz de llegar a «casa»), el primer pensamiento que llegó a mi cabeza fue: quiero volver a mi casa, con mi familia, no puedo más. Por si fuera poco, al siguiente día tenia que verme con la encargada de los profes extranjeros del colegio. ¡Por fin iba a recuperar mi vida de nuevo! Pues resulta que me comunicaron que no podría entrar en el colegio… ¡hasta el siguiente semestre! Realmente esta vez sí que se me vino el mundo encima. Creo que después de todo lo que me había pasado, esta fue la pero parte. La que más me costó asimilar.
Pero hice de tripas corazón y decidí sacar las fuerzas que me quedaban para darle la vuelta a la situación. En vez de deprimirme me hice autónoma y empecé a dar clase en línea.
Fue en marzo cuando empecé al fin a trabajar al fin, de forma física en el instituto. Me compré ropa nueva, estaba emocionada. Al fin sentí volver a mi vida.
Desde lo más profundo conseguí salir y convertirme en la persona fuerte que soy ahora.
Cuando salí del hospital me dijeron que no contara nada. Y hasta ahora, a excepción de mi familia, así ha sido. Pero he decidido abrirme y contaros a vosotros mi experiencia, por si os ocurriera lo mismo…
Hay una cosa que he de decir y es que, no sé si sois conscientes o no, pero os pongo un ejemplo: si os digo ahora mismo que tengo cáncer, ¿qué sentís o qué pensáis? Seguramente os da mucha pena y sentís mucha compasión por mí, pues es una enfermedad que ya se ha llevado a mucha gente. Pero… cuando contactaron conmigo para decirme que había dado positivo, simplemente me dijeron: “tienes el virus, has dado positivo”. Así, sin más, sin filtro. Sin ayuda psicológica, pues tuve que aislarme de todo el mundo por miedo de contagiar a mi familia. Quiero que seáis conscientes de que este virus no es ninguna broma. O como se diría en español “no es moco de pavo”; es demasiado importante y nunca sabes cómo de fuerte te puede dar. A mí me dio sin ningún síntoma pero hay gente que está muriendo desconsoladamente.
Simplemente me dijeron: “tienes el virus, has dado positivo”. Así, sin más, sin filtro. Sin ayuda psicológica.
Otra cosa que he de decir es, nunca supe ni sabré quién me transmitió el virus. Estaba frustrada por no saber quién fue, me esforzaba por intentar averiguar quién fue, pero sabia que era misión imposible. Lo peor de todo esto es que algunos de mis familiares también lo tuvieron. Mi primo con 20 años, el cuál sí que tuvo síntomas pero al final salió todo bien; y mi tío, que no fue hasta el último momento que volvió a la vida, porque estuvo a punto de dejarnos.
He perdido a una tía por este virus de la cual no pudimos despedirnos dadas las medidas… Por favor, la salud es lo más importante y preciado que tenemos. ¡Protegeros y proteged a los demás!
Gran historia! Sin duda se retó enormemente física y mentalmente su deseo de estar ahí a pesar de que las cosas solo parecían empeorar, pero afortunadamente ahora solo es una experiencia formativa y una historia única. Gracias por compartirla.
Creo que es muy necesario que se sepa todo, pues bajo mi punto de vista es muy necesario estar preparado tanto física como psicológicamente…